LA COMUNICACIÓN: NO ES LO QUE DIGAS SINO COMO LO DIGAS
Uno de los elementos que más influye en nuestra habilidad para desarrollar relaciones positivas con los demás, es nuestra manera de comunicarnos. Sin embargo, la comunicación es un fenómeno complejo que va mucho más allá de la capacidad de emitir correctamente un mensaje. La expresión efectiva no siempre significa comunicación efectiva.
Debemos entender que cuando hablamos, todo nuestro cuerpo habla. La gente no se limita a escuchar las palabras que estas pronunciando, sino que presta atención a la manera como las estas expresando, al tono de tu voz, a la fuerza y el énfasis que le das, a tus gestos y tu postura y a todo aquello que forma parte del lenguaje corporal.
Lo cierto es que un mensaje hablado está conformado en realidad por tres mensajes individuales:
- El mensaje verbal: que es la idea que queremos comunicar, el mensaje en sí.
- El vocal: que es la forma en que son pronunciadas las palabras, la entonación, la proyección de nuestra voz cuando hablamos, el énfasis que le damos a ciertas palabras y el sentimiento y la emoción que les imprimimos a ellas.
- El visual: que está compuesto por todo aquello que tu interlocutor ve, tu expresión, los gestos y movimientos de tu cara y la postura de tu cuerpo mientras hablas.
El entusiasmo y la música en tu voz, trabajando conjuntamente con la energía, y el ánimo que expreses con tu cara, con tus ojos, con tu sonrisa, acompañado de una postura segura y confiada, transmitirán fuerza y convicción.
Solo es cuestión de que te animes…